lunes, 9 de noviembre de 2015

La leucemia

¿Qué es?

La leucemia es una enfermedad de la sangre por la cual la médula ósea produce glóbulos blancos anormales, denominadas células blásticas leucémicas o células de leucemia. Estas células se dividen reproduciéndose a sí mismas, lo que genera una proliferación neoplásica de células alteradas que no mueren cuando envejecen o se dañan, por lo que se acumulan y van desplazando a las células normales. Esta disminución de células sanas puede ocasionar dificultades en el transporte del oxígeno a los tejidos, en la curación de las infecciones o en el control de las hemorragias. 
Por tratarse de una proliferación de células inmaduras y anormales en la sangre, la leucemia se considera un "cáncer de la sangre".
Incidencia
Según los datos del último dossier presentado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) en 2014, la leucemia es una patología que afecta a 5.190 en España. Esta cifra representa un 2,4 por ciento de la población; es más común en hombres que en mujeres.


Causas
En la mayor parte de los casos de leucemia, no se puede establecer una causa identificable. Sin embargo, está demostrado que no es un padecimiento hereditario o contagioso.
Existen, sin embargo, una serie de factores de riesgo:

  • Historia previa de tratamiento para otras enfermedades cancerosas: Haber recibidoquimioterapia o radioterapia puede provocar una alteración o daño celular que derive en lo que se conoce como una leucemia secundaria.
  • Padecer un trastorno genético: Enfermedades como el síndrome de Downincrementan la posibilidad de una persona de padecer leucemia.
  • Exposisión a agentes tóxicos: El contacto con determinados agentes tóxicos, ya que sean ambientales, profesionales o asociados a hábitos como el tabaquismo, aumentan el riesgo de leucemia.
  • Historia familiar: En casos minoritarios, tener antecedentes familiares de leucemia puede ser un factor de riesgo.

Síntomas

Los síntomas varían en función del tipo de leucemia ante el que nos encontremos. Estos son los más comunes:
  • Leucemia mieloide aguda: Cansancio, pérdida de apetito y de peso, fiebre y sudores nocturnos.
  • Leucemia mieloide crónica: Debilidad, sudoración profusa sin razón aparente y, al igual que en el caso anterior, fiebre y pérdida de apetito y de peso.
  • Leucemia linfocítica aguda: Sensación de mareo o aturdimiento, debilidad y cansancio, dificultades respiratorias, infecciones recurrentes, formación de moratones fácilmente, fiebre y sangrado frecuente o grave en nariz y encías.
  • Leucemia linfocítica aguda: Además de algunas de las manifestaciones ya descritas, como la debilidad, el cansancio, la pérdida de peso, la fiebre o los sudores nocturnos, este tipo de leucemia provoca el agrandamiento de los ganglios linfáticos y dolor o sensación de hinchazón estomacal.

Tratamientos

El tratamiento recomendado en este tipo de padecimiento es la quimioterapia. En ésta se emplean diversos medicamentos especiales destinados a destruir las células leucémicas. Dicho tratamiento tiene tres fases: la de inducción a la remisión, la de consolidación y la de mantenimiento. En la fase de inducción a la remisión, cuya duración es de cuatro a cinco semanas, se intenta destruir la mayor cantidad de células malignas. Cuando ocurre la remisión, es decir el control temporal de la afección, el niño suele lucir normal, ya que los síntomas de la leucemia desaparecen. En ciertas ocasiones la remisión es apenas parcial, por esta razón algunos síntomas no desaparecen del todo. Sólo un pequeño porcentaje de los parientes no logra entrar en remisión. La fase de consolidación dura de dos a tres semanas, mientras que la de mantenimiento debe llevarse a cabo hasta completar tres años de tratamiento.

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